Buscando respuestas en el planeta rojo
Siete minutos de terror, preguntas al cielo y la inescapable realidad de estar hechos de carne
En 1969 llegó el primer viaje tripulado a la Luna. Desde 1972, ningún astronauta se ha alejado más de unas 300 millas de la Tierra. Los viajes espaciales llevan casi 50 años recluidos en las salas de cine y las historias de ciencia ficción. Este mes han llegado tres nuevas expediciones (no tripuladas) a Marte.
El planeta rojo ha capturado nuestra imaginación a lo largo de los siglos. Se encuentra a suficiente distancia de la Tierra como para hacernos pensar que podría albergar un tipo de vida diferente a la nuestra. Descubrir si ha existido en el pasado o podría llegar a hacerlo en el futuro es una auténtica obsesión. Llegar hasta él, colonizarlo o llegar a terraformarlo sigue siendo material de ciencia ficción, pero las espadas están en alto.
La exploración espacial vuelve a estar en primera plana, la pulsión por descubrir si estamos solos en el universo también. Más allá de la expectativa de que la vida podría ser un fenómeno común y de que, por tanto, podríamos encontrarla en los próximos años, las barreras que será necesario superar para llegar a tener una perspectiva lo suficientemente amplia son innumerables. Descubrir si hay vida en otros planetas no es solo un reto tecnológico. Es además y ante todo un reto epistemológico: qué es la vida. En realidad, no está claro y es extraño salir de caza sin tener una idea precisa de lo que se quiere cazar.
Tres nuevas misiones de exploración en Marte
La nave espacial Hope de Emiratos Árabes Unidos comenzó a orbitar el planeta el pasado 9 de febrero. Un día después lo hizo la misión Tianwen-1 de China. La entrada en órbita de Marte de las naves es una primicia para ambas naciones.
El rover Perseverance de la NASA amartizó el día 18 de febrero a las 20:55 UTC. Un objetivo principal de la misión es la investigación astrobiológica, incluida la búsqueda de signos de vida microbiana antigua.
La entrada en la atmósfera y posterior descenso, los míticos “siete minutos de terror”, pudieron seguirse en directo, con los más de 11 minutos de retraso que tarda la señal de radio en recorrer la distancia. En realidad, lo único que pudo verse fueron las imágenes de la presentadora y el personal del Jet Propulsion Laboratory en Pasadena. Nada que ver con las espectaculares imágenes y animaciones que ilustraban (en teoría) el amartizaje.
Hope (en árabe: al-Amal, en español Esperanza) "envía un mensaje de optimismo a millones de jóvenes árabes". Tianwen significa "preguntas al cielo" o "búsqueda de la verdad celestial", proviene de un largo poema escrito por el poeta Qu Yuan en torno a 340-278 a. C. Perseverancia, la constancia en la virtud y en mantener la gracia hasta la muerte, el nombre elegido por jóvenes estudiantes (niños de hasta 12 años).
Que las tres misiones lleguen a Marte casi al mismo tiempo no es casualidad. Hay un momento, cada dos años, en el que la Tierra se encuentra un poco detrás de Marte, moviéndose en su órbita más rápida. El lanzamiento en ese punto permite que una nave espacial entre en una órbita de transferencia de Hohmann, llamada así en honor del ingeniero alemán Walter Hohmann, que hizo los cálculos en 1925. Es la trayectoria óptima desde el punto de vista de consumo energético y tiempo de viaje. (Why Mars is having its busiest two weeks in 47 years, Space.com)
¿Para cuando una misión tripulada?
Elon Musk declaró en diciembre del pasado año 2020 estar muy seguro de que SpaceX podrá iniciar un viaje tripulado a Marte en 2026. El hito podría llegar incluso en 2024 "si tenemos suerte". (SpaceX's 1st crewed Mars mission could launch as early as 2024, Space.com)
La estimación de Musk se valora como demasiado optimista. La prediccion del agregador Metáculus, con más de 5.000 participantes en este momento, no llega al 30%. (SpaceX Lands People on Mars by 2030? Metaculus)
… o minas en asteroides
La tecnología que eventualmente hará posible la explotación de recursos en los asteroides del sistema solar está en un acelerado proceso de desarrollo (y financiación).
Según Statista, el valor de mercado de estas actividades ascendió a unos 712 millones de dólares en todo el mundo en 2017 y se prevé que alcance los $3.900 millones en 2025. (Space mining - Statistics & Facts, Statista)
Morgan Stanley estima que la industria espacial global podría suponer ingresos de $1 billón o más en 2040, frente a los $350.000 millones actuales. Las oportunidades más importantes a corto y medio plazo podrían estar en el acceso a internet de banda ancha via satélite. (Space: Investing in the Final Frontier, Morgan Stanley)
La búsqueda de vida extraterrestre podría tener pronto un desenlace
“Existen dos posibilidades. O estamos solos en el cosmos o no. Ambas son igualmente aterradoras" (Arthur C. Clarke).
La existencia de un catálogo de exoplanetas habitables (HEC), cuya compilación comenzó en 2011, es prueba del renovado interés por responder, de una vez por todas, la pregunta de si la vida es un fenómeno exclusivamente terrestre, o está extendido por todo el universo. Hasta hace poco tiempo la pregunta era incontestable. Pero los astrobiólogos cada vez se muestran más confiados en que encontrarán una respuesta en las próximas dos décadas.
Hay tres formas de conseguirlo. La primera es por medio de la observación a distancia, por medio de telescopios para examinar sistemas como el que orbita la estrella de Teegarden. La segunda, si el objeto de interés se encuentra lo suficientemente próximo, es visitarlo. Es lo que estamos haciendo ya con Marte. Y la tercera es buscar señales de radio u otros signos de tecnología, asumiendo que al menos una parte de la vida en otros lugares habría seguido una trayectoria similar a la de la Tierra y generado especies técnicamente capacitadas. (The search for ET hots up, The Economist)
Pero existen algunos problemas
1. Nuestra capacidad de detección es aún muy reducida
¿Qué es lo que encontraría un extraterrestre que observara nuestro sistema solar con instrumentos similares a los nuestros? La respuesta es que, a tan solo 10 años luz de distancia (en términos galácticos, justo a la vuelta de la esquina) después de una o dos décadas de observación, lo único que vería es Júpiter y solo Júpiter. Nuestras técnicas de búsqueda de exoplanetas rastrean el efecto que los planetas producen sobre su estrella anfitriona, ya sea a través del tirón gravitacional o la amortiguación periódica de la luz de la estrella. Júpiter solo sería detectable (por ahora) a través de un estudio de velocidad radial del Sol de décadas. Podríamos medir la masa y la órbita aproximadas de Júpiter. ¿Cuántos exoplanetas conocidos se hallan en sistemas similares al sistema Sol-Júpiter? Alrededor del 1%. (We’re the Cosmic 1 Percent But Our Solar System Isn’t a Complete Weirdo, Nautilus)
Esta misma semana, un equipo de investigación internacional ha publicado un nuevo método para obtener imágenes directas de planetas más pequeños en la zona habitable de un sistema estelar vecino, que abre nuevas posibilidades en la búsqueda de vida extraterrestre. (On the quest for other earths, ETH Zurich)
El nuevo método de observación en el infrarrojo medio permite obtener imágenes de exoplanetas templados de masa reducida alrededor de estrellas cercanas, y en particular dentro del sistema estelar más cercano, α Centauri (…) Es un orden de magnitud más sensible que los métodos de detección de exoplanetas de última generación. (Imaging low-mass planets within the habitable zone of α Centauri, Nature)
2. Nuestra biología no está diseñada para la exploración espacial
El periodo de tiempo más largo que una persona ha pasado en el espacio es de 438 días, un récord establecido en 1995 por el cosmonauta ruso Valery Polyakov. La radiación cósmica es seguramente el mayor riesgo para el cuerpo humano en el espacio. Los astronautas en la Estación Espacial Internacional reciben alrededor de 1.000 veces la dosis media anual de radiación cósmica a nivel del mar en la Tierra. Más allá, podría dispararse hasta las 500.000 veces. (How Living in Space Will Change the Way We Age, Allure)
En 2019 se monitorizó a un astronauta antes, durante y después de una misión de 1 año a bordo de la Estación Espacial Internacional. Su gemelo idéntico permaneció como control en la Tierra. La evaluación mostró cambios específicos que incluían disminución de la masa corporal, elongación de los telómeros, inestabilidad del genoma, distensión de la arteria carótida y aumento del grosor de la íntima-media, alteración de la estructura ocular, cambios transcripcionales y metabólicos, cambios de metilación del ADN en las vías inmunitarias y relacionadas con el estrés oxidativo, alteraciones de la microbiota gastrointestinal y cierto deterioro cognitivo posterior al vuelo. (The NASA Twins Study: A multidimensional analysis of a year-long human spaceflight, Science)
El Planeta Rojo es un lugar frío y muerto, con una atmósfera unas 100 veces más delgada que la de la Tierra. La gravedad es 0,375 la de la Tierra, lo que significa que una persona de 90 kilos en la Tierra pesaría apenas 34 en Marte. Pero además se producirían cambios fisiológicos y neuronales. La gestación es una incógnita. Los hábitats marcianos albergarían con dificultad una pequeña muestra de las bacterias necesarias para mantener un microbioma humano saludable. No hay mucho que se pueda hacer para limitar la radiación. Es posible cuantificar los riesgos durante un año, pero no a largo plazo. Los colonos necesitarán fuentes de alimento estables y para ello encontrar la manera de mantener las plantas alejadas de la radiación y fertilizar en un suelo tóxico. Terraformar no es necesariamente una imposibilidad, pero los plazos y las tecnologías requeridas excluyen la posibilidad de mantener colonias importantes en Marte en el futuro previsible. Hasta entonces, la vida en una colonia marciana sería miserable. A menos que adaptemos radicalmente nuestros cerebros y cuerpos al duro entorno marciano, el planeta rojo permanecerá fuera de los límites de los humanos para siempre. (Humans Will Never Colonize Mars, Gizmodo)
3. En realidad, no tenemos ni idea de lo que estamos buscando.
¿Qué es la vida? No existe un claro consenso. El análisis de 123 definiciones de la vida revela nueve grupos de términos definitorios (definientia) entre los cuales los grupos (auto) reproducción y evolución (variación) aparecen como el conjunto mínimo para una definición concisa e inclusiva. La vida sería auto reproducción con variaciones. (Vocabulary of Definitions of Life Suggests a Definition, Journal of Biomolecular Structure and Dynamics)
Ni siquiera sabemos en qué medida nosotros somos producto del azar
La aparición temprana de vida en la Tierra se toma usualmente como evidencia de que la probabilidad de abiogénesis es alta, en condiciones similares a las de la Tierra joven. Un análisis dentro del marco estadístico bayesiano muestra que la evidencia no es concluyente. De hecho, es consistente con una probabilidad arbitrariamente baja de abiogénesis. Encontrar otro solo caso de vida que haya surgido de manera independiente de nuestro propio linaje (en la Tierra, en el sistema solar o en exoplaneta) proporcionaría una evidencia mucho más sólida de que la abiogénesis no es extremadamente rara en el universo. (Bayesian analysis of the astrobiological implications of life’s early emergence on Earth, PNAS)
Que el clima de la Tierra se haya mantenido habitable de manera continua durante 3 o 4 mil millones de años representa un enigma: el "problema de habitabilidad". Una interrupción habría sido lo más probable. La luminosidad solar ha aumentado en un 30% en este periodo, lo que, de no haber sido contrarrestado, habría causado esterilidad. Además, el clima de la Tierra se encuentra en un equilibrio precario, con la posibilidad de pasar a condiciones de congelación profunda en tan solo un millón de años. La hipótesis más convencional atribuye la habitabilidad extendida de la Tierra a los mecanismos de estabilización del clima. Una simulación que asigna condiciones de estabilización generadas aleatoriamente ha permitido estudiar la habitabilidad durante un período de 3 mil millones de años en miles de planetas. Los resultados del estudio muestran que el azar juega un papel relevante en la persistencia de las condiciones de equilibrio. La habitabilidad sostenida de la Tierra bien podría ser un resultado contingente más que necesario. (Chance played a role in determining whether Earth stayed habitable, Nature)
Y no saber lo que podemos encontrar es inquietante
Poco después de que Oumuamua fuera avistado en 2017, Avi Loeb, un astrofísico de la Universidad de Harvard, causó sensación al proponer que podría tratarse de una pieza de tecnología alienígena. Oumuamua podría ser una sonda operativa enviada a las cercanías de la Tierra por una civilización alienígena. Los colegas de Loeb han encontrado explicaciones alternativas para las observaciones sobre las características y la trayectoria de Oumuamua, incluida la idea de que podría ser una especie de copo de nieve fractal gigante. Loeb defiende que, cuando menos, deberíamos estar abiertos a la posibilidad de que pueda ser evidencia de la existencia de civilizaciones extraterrestres, y acaba de publicar un libro (ya disponible en castellano) titulado Extraterrestre: La humanidad ante el primer signo de vida inteligente más allá de la Tierra. (Avi Loeb interview: Could ‘Oumuamua be alien technology after all?, NewScientist)
El astrofísico y director de astrobiología de la Universidad de Columbia en Nueva York, Caleb Scharf se muestra más cauto y opina que aunque Oumuamua ciertamente presentaba características desconcertantes, y el conservadurismo científico que denuncia Loeb es una realidad, también lo es el recuerdo de muchas ocasiones en las que el entusiasmo por una idea provocativa sobre la vida extraterrestre ha dejado paso a la decepción. (The Alien-Haunted World, Nautilus)
¿Quién sabe? Quizás llegaron, vieron y huyeron… Tal vez se negaron a creer lo que estaban viendo. Aquí puedes encontrar una traducción “del desolador cuento de Terry Bisson”, publicado en OMNI, en abril de 1991 y nominado al premio Nebula ese mismo año: Están hechos de carne.
Imagen: NASA Perseverance, primera foto en color del amartizaje
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